lunes, 30 de julio de 2012

UN DESCANSO MERECIDO


Finales de julio, pleno verano. Que sigan disfrutando de sus merecidas vacaciones los que ya se encuentren descansando, y que podamos hacerlo también los que nos despedimos estos días del ajetreo laboral por un tiempecito. Este año, como repetimos siempre por estas fechas, nos las merecemos más que nunca: por la carga de trabajo, por el estrés de tanto cambio, por la que se avecina.

Son motivos de peso para desear estar con los nuestros, olvidar cualquier preocupación aunque solo sea de manera temporal, y cargar las pilas. Porque nos marchamos, pero hemos de volver. Y en este mes de desconexión, no sólo debemos coger color de piel, y kilos, sino también recuperar todas las fuerzas del mundo para volver en septiembre con la ilusión y ganas del primer día, creyendo que los problemas tienen solución, y no darnos por vencidos.

Pensemos en mediación, démosle vuelta a la cabeza acerca de la necesidad de promover la solución de los conflictos de manera dialogada. Que la comunicación, el entendimiento, el consenso, la escucha…y todas esas cualidades que tenemos aunque a veces permanezcan ocultas en nosotros, puedan aflorar.

Si pudiera pediros sólo una cosa, sería esa: creamos en nosotros mismos, en nuestras capacidades y en nuestras creencias. Apostemos por todo ello. Y que, en septiembre, cuando volvamos, podamos afirmar rotundamente que hemos disfrutado del verano, y que el panorama que nos espera nos deparará muchas más alegrías que disgustos, por las ganas que tenemos….

Por todo eso yo creo en la magia de la mediación. Y dentro de un mes estoy seguro que  podremos decir que todos nuestros objetivos estarán un poco más cerca.

Felices vacaciones mediadoras…

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