miércoles, 24 de octubre de 2012

CAMINANTE NO HAY CAMINO...


Este reciente pasado fin de semana, concretamente del 18 al 21 de octubre de 2012, se ha celebrado en Valencia la VIII Conferencia Internacional del Foro Mundial de Mediación, que ha reunido a mediadores y personalidades venidas de todo el mundo, bajo el lema de ´Tiempo de Mediación. Liderazgo y acción para el cambio´. Y ha concluido con una nueva demostración de la convicción y necesidad de cambio en la sociedad en favor de equilibrar las relaciones entre el ejercicio del poder y la justicia social. Un paso más en beneficio de la figura del mediador como parte activa y agente social de la resolución pacífica de conflictos. Todo un éxito.

Convencido de que los que han tenido la suerte de poder asistir han disfrutado muchísimo, y que los que no hemos podido acudir lo hemos seguido desde la distancia en mayor o menor medida, nos encontramos con la oportunidad brindada por la celebración de dicho Foro Mundial para investigar, explorar, y para innovar en el mundo de la mediación y su instauración en nuestra sociedad, con el mayor respaldo posible que podamos aunar. Y con la celebración del Foro Mundial debemos aprovechar para que todas aquellas ideas o esos proyectos e ilusiones que han rondado y perduran en nuestra cabeza “mediadora”, dejen de ser ideas o proyectos y sueños, y se puedan convertir en realidad.

  “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

A veces podremos pensar que por nuestra ignorancia estamos dando pasos en falso, a ciegas, sin un destino marcado. Pero estoy convencido de que no hay otra fórmula ni secreto cuando nos disponemos a avanzar en un camino por descubrir, que el de no tener miedo al fracaso o la aventura. Hay que intentarlo, caernos y levantarnos. Tenemos que dignificar y profesionalizar nuestro papel, demostrar nuestra necesidad, promover nuestra cultura de paz. Hay que errar, madurar, esperar. Hay que aprovechar, y sin duda, no desesperar.

Tenemos la oportunidad de reinventarnos y ver en la época de crisis actual una oportunidad para promover un cambio social que genere confianza, que tenga seguimiento, y todo ello pasa por nuestra convicción y nuestra valentía. Consideremos una ventaja el ser casi pioneros en nuestra misión de difusión de nuestra profesión.

En muchas ocasiones me paro a pensar, y no se por donde tirar. Tampoco a quién acudir. Pero lo que si tengo clarísimo es que no me debo detener, de una forma u otra. No debo dejar de hablar de mediación, de pensar en mediación. Esa debe ser la misión de cada uno de nosotros. Quizás os invada un mar de dudas, pero recordar en ese momento el sentimiento que os causó escuchar por vez primera ese sonado virus que es  la mediación. Esa sonrisa que nos despertó.

Así, entonces, no perderemos las ganas de seguir mirando hacia el futuro con optimismo. Porque cuando alguien es perseverante, acaba logrando su objetivo. Y se que muchos de los que me leéis compartís los mismos deseos que yo…