martes, 17 de julio de 2012

MEDIACIÓN CON UNA SONRISA…


Resulta misión casi imposible hoy día amanecer sin una noticia que haga referencia a recortes, medidas austeras o ajustes económicos. El año 2012 será por ello un año difícil de olvidar, epicentro de una crisis que amenazaba con abducirnos y que una vez inmersa en nuestro país, avanza cual ciclón sin dejar nada a su paso. Y en medio del huracán, conflictos y más conflictos. Porque toda crisis estatal, ya sea política, económica o social, conlleva muchos efectos colaterales: sin dinero, no hay actividad; sin actividad, no hay dinero. Una cadena que afecta, en mayor o menor medida, a casi toda la ciudadanía. Los mayores afectados, como siempre, los que menos tienen, los que más necesitan…

Surgen tensiones, crece el nerviosismo, se abre paso la frustración. Muchos piden, pocos dan. Otros, simplemente miran hacia otro lado. Pero nadie es indiferente. ¿Y ahora que?

El panorama, cuanto menos, es gris. No sabemos cuando saldremos de esta, y en que condiciones lo haremos. Pero yo me aventuro a decir que saldremos con la mirada al frente. Que será tarea complicada, pero alcanzable. Está comprobado que la evolución de la economía es cíclica, que hoy estamos abajo pero que la situación es reversible. No es la primera crisis económica, social y política que nos afecta, ni será la última. Lo que si podemos cambiar y está en nuestras manos, es como afrontar las dificultades, como enfocar los problemas, una simple cuestión de actitud.

Vengo a referirme a que si bien nosotros no podemos por si mismos hacer que disminuya el paro o que no se produzcan más recortes, ni mucho menos estamos atados de pies y manos, pudiendo hacer de los problemas un mal menor y no un obstáculo. Hablamos de cómo afrontar los conflictos, de su necesidad, de cómo ser útiles. La felicidad no consiste en evitar los conflictos, tarea imposible, sino en la forma en la que seamos capaces de resolverlos y podamos aprender de ellos. Leyendo a Josep Redorta, en su reciente publicación de “No más conflictos”, me llamó sobremanera la atención un extracto que me acopio aquí de manera íntegra: retornar al equilibrio personal como fuente de soluciones para la vida está convirtiéndose en una prioridad.

Es así que todo conflicto debe ser abordado con la finalidad de restablecer vínculos personales enfrentados, de creer en las soluciones, dialogar para acordar. Si hasta ahora nada de lo que tenemos a nuestro alrededor ha servido para calmar nuestros ánimos o solventar nuestros problemas, demos paso a nuevos métodos. Apostemos por la mediación como forma de vida, resolvamos nosotros mismos nuestros problemas, seamos dueños de nuestros actos y decisiones, luchemos por el respeto y el diálogo para lograr el entendimiento. Apliquémoslo a nuestro día a día, con nuestro entorno. Sólo así podremos crecer y tal vez nos vaya mucho mejor, disminuyan las tensiones, y hablar de crisis no nos angustie tanto como lo hace leer la prensa o ver las noticias cada mañana.

Y es que con una sonrisa, todo se hace mas llevadero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario