Cada vez son más los Colegios de Abogados de las
diferentes ciudades españolas que se suman al movimiento de la mediación,
creando centros específicos que eviten que algunos casos de litigios lleguen
ante el juez. Recientemente, en el Colegio de Abogados de Sevilla se ha
aprobado la creación de un registro de mediadores civiles y mercantiles para
todos aquellos colegiados que además, acrediten tener formación como mediador
en la materia. Ello dará lugar a un sistema de turnos con el fin de “descongestionar”
el colapso judicial, así como poder dar a la ciudadanía una nueva forma de
poner fin a sus litigios, mediante esta vía extrajudicial.
Sin embargo, la mediación no solo atañe a abogados,
sino también a otros titulados y profesionales que del mismo modo pueden
ejercer de mediadores, como por ejemplo psicólogos y trabajadores
sociales, entre otros. En todo proceso judicial, las partes sufren psicológica
y emocionalmente; es entonces cuando la figura del mediador experto en
Psicología u otras ciencias puede resolver el conflicto de una forma no
traumática para los afectados, que junto con la labor de un abogado
adecuadamente instruido en el ámbito jurídico y legislativo harán posible
conseguir resultados más satisfactorios.
Es con esa premisa con la que igualmente se ha aprobado en el Boletín de la Junta de Andalucía, la Orden de 16 de mayo de 2013, por la que se establecen los contenidos mínimos de la formación específica de las personas mediadoras, y en la que tienen cabida no solo abogados, sino también trabajadores sociales, psicólogos, educadores sociales...
Para que este conjunto de iniciativas referidas sean
más efectivas se contemplan medidas tomadas por los jueces como potenciar la
derivación de los casos antes de llegar al juicio. Sin embargo, ”no todo
es mediable” y solo ciertos acuerdos pueden alcanzar validez jurídica,
aunque siempre será recomendable descongestionar los juzgados en la medida de
lo posible para un mayor rendimiento del sistema judicial.
Otra tarea fundamental, quizá la más difícil de
conseguir, consiste en fomentar la participación voluntaria de las partes en
conflicto, ya que en España aún no está extendida la cultura de la mediación a
juicio de los profesionales de los distintos centros. La clave es divulgar y
dar a conocer la mediación ante la sociedad, informando sobre sus numerosas
ventajas y los beneficios que aporta a los implicados. Además, se trata de una
alternativa real y consistente que soluciona los conflictos en menor tiempo y
cuyo índice de sostenibilidad de los acuerdos alcanzados es del 98%, según datos
estadísticos contrastados.
Es tal vez el mayor déficit que rodea a la mediación:
su desconocimiento, su falta de credibilidad, de experiencia. Todo el mundo ha oído
hablar de la mediación, pero pocos saben a ciencia cierta de que se trata. Todo
el mundo esboza una sonrisa cuando alguien les dice que la mediación es un
método alternativo de resolución de conflictos mediante acuerdos alcanzados
entre las partes, que tienen menor demora temporal que un acuerdo judicial, así
como menos costes. Pero pocos a día de hoy apuestan por la mediación.
Así, toda iniciativa a potenciar el conocimiento de
nuestra ciencia, de nuestra profesión, es vital para poder tener éxito en todas
estas iniciativas recientes que persiguen lo que todo mediador desea: el
crecimiento y sostenimiento en nuestra sociedad de una realidad común, la de
poder hablar de mediación como una herramienta mas a disposición del ciudadano
cara a resolver sus conflictos familiares, civiles, mercantiles…¿y quién mas
sabe qué?