viernes, 14 de septiembre de 2012

TIEMPO DE OBSERVANCIA

Echaba de menos “La fábrica del mediador”. Acabó el verano, y llegó septiembre, mes por excelencia de nuevos propósitos, de ilusiones y de proyectos en los que embarcar.


Con el deseo de que hayáis disfrutado de un merecido descanso, no quería dejar pasar más tiempo sin sentiros cerca, sin contaros mis motivaciones y mis deseos. Ha sido un gran verano, pero toca de nuevo remar hacia el futuro. Y con más ganas que nunca, a pesar de encontrarnos en pleno epicentro de una época de crisis en la que sigue creciendo la desesperación, subiendo el paro…y hasta el precio de la gasolina o el IVA.


Así, cualquier nueva empresa o proyecto se antoja harto complicada/o. No seré yo, sin embargo, quien os impida luchar o intentar lograr el éxito. He pasado todo un verano pensando, analizando; en definitiva, observando. He visto disputas, discusiones, llantos, empujones. He visto también sonrisas, abrazos, achuchones, ánimos. Pero, sobre todo, he contemplado la fuerza y el espíritu mediador de la mayoría de las personas, la necesidad de dar respuesta a todas esas emociones, de poder creer en algo vivo que nos ayude a recuperar sensaciones, el poder abordar el día a día rodeado de la gente que te importa, a pesar de las diferencias que nos separan de nuestros seres más próximos. En definitiva, puedo garantizaros que el futuro de la mediación cada vez tiene más sentido, por dar un giro radical y un cambio a la situación actual.


No vengo a contaros de nuevo todo lo bueno que puede aportarnos la mediación, ni sus ventajas. Tampoco quiero convenceros sobre como actuar o hacia donde dirigirnos para poder triunfar. Tal vez ni siquiera pudiera daros la respuesta, y tan sólo pueda contaros que, después de mucha observancia, lo único cierto y seguro es que necesitamos ser fieles a nuestras convicciones, invertir (no hablo de dinero) en nuestras metas, dedicar tiempo y esfuerzo en lograr que nuestro grano de arena ayude a mover la montaña.


Por eso cualquier “locura” no está de más. Entiéndase por locura cualquier manera de proceder que, sin causar daños ni perjuicios, ayude a satisfacernos. Hablo de no tener miedo al fracaso, de obrar gratuitamente si es preciso, de recorrer colegios, centros e instituciones, vendiendo mediación. Pringarse, no desistir. Sembrar, esperar.


Puede que no lleguemos a buen puerto, pero a ciencia cierta me ha quedado muy claro que nada ni nadie nos debe impedir cesar en el empeño. De un lado, por mi observancia que concluye en ese giro radical que todos necesitamos, con la oportunidad de que cada cual tenga oportunidad de resolver de manera autónoma y consensuada sus conflictos o relaciones, sin que nadie se las imponga. De otro lado, y mucho más importante si cabe, porque la mayor satisfacción de un ser humano es aquella que le permite realizar sus propósitos. Y estoy seguro de que no soy el único iluso que sueña con un futuro en el que nuestro papel, como mediador, y como ciudadano también, sea totalmente opuesto a lo que hoy vemos, y sirva para mejorar la comunicación y el diálogo entre las personas, entre iguales. Hemos quemado una etapa, debemos adentrarnos en la siguiente.


Y en boca de Paulo Coehlo, “ cuando alguien desea algo con todas sus fuerzas, el universo entero conspira para que se cumpla". Adelante…

3 comentarios:

  1. Gracias Alberto porque has puesto palabras a lo que yo también pienso. La mediación no es importante….es indispensable. Las personas tienen la necesidad de estar en paz consigo mismas y en paz con aquellas que les rodean. Es una necesidad no cubierta y que ni siquiera es conocida. El gran reto de los mediadores es sin duda hacer conocer otra forma de ver la vida, las relaciones cotidianas, los conflictos inherentes a la rutina….
    Y es que los mediadores tenemos algo de utopía y esa condición nos hace ver la vida desde el otro lado. ¿Qué ahora es difícil emprender? ¿Qué la gente no sabe que es la mediación? ¿Qué nadie te va a pagar unos euros por algo en lo que no creen? Uffff…la situación no nos ayuda, pero ya sabes que yo también me siento un poco alquimista y es por ello que secundo también tus palabras y, por ende, las de Coehlo. El Universo nos ayudará, estoy segura. A por ello. Besos y no dejes de escribir.

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    1. Me alegra saber que nuestro pensamiento es parecido y que sobre todo, creamos en nosotros mismos y en lo que hacemos. Así todo se hace mas llevadero...y estoy seguro de que todo esfuerzo tiene recompensa...Un fuerte abrazo y a seguir cosechando.

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  2. Me ha gustado leerte, Alberto. Saber que la mediación no se queda en la formación que adquirimos sino que con tu aliento nos animas a seguir por este difícil camino de la Mediación. Estoy de acuerdo en los difíciles momentos que nos ha tocado vivir, pero es por ello que hay que creer en nosotros mismos, en nuestras metas y proyectos por lejos que nos parezcan y no podemos abandonarlos sin más. La Mediación es nuestra meta y conseguiremos llegar a ella. Gracias por tus pensamientos, no los dejes.

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