lunes, 15 de julio de 2013

UNA CULTURA REAL Y EFICAZ….UNA CULTURA MEDIADORA

Cada vez son más los Colegios de Abogados de las diferentes ciudades españolas que se suman al movimiento de la mediación, creando centros específicos que eviten que algunos casos de litigios lleguen ante el juez. Recientemente, en el Colegio de Abogados de Sevilla se ha aprobado la creación de un registro de mediadores civiles y mercantiles para todos aquellos colegiados que además, acrediten tener formación como mediador en la materia. Ello dará lugar a un sistema de turnos con el fin de “descongestionar” el colapso judicial, así como poder dar a la ciudadanía una nueva forma de poner fin a sus litigios, mediante esta vía extrajudicial.

Sin embargo, la mediación no solo atañe a abogados, sino también a otros titulados y profesionales que del mismo modo pueden ejercer de mediadores, como por ejemplo psicólogos y trabajadores sociales, entre otros. En todo proceso judicial, las partes sufren psicológica y emocionalmente; es entonces cuando la figura del mediador experto en Psicología u otras ciencias puede resolver el conflicto de una forma no traumática para los afectados, que junto con la labor de un abogado adecuadamente instruido en el ámbito jurídico y legislativo harán posible conseguir resultados más satisfactorios.

Es con esa premisa con la que igualmente se ha aprobado en el Boletín de la Junta de Andalucía, la Orden de 16 de mayo de 2013, por la que se establecen los contenidos mínimos de la formación específica de las personas mediadoras, y en la que tienen cabida no solo abogados, sino también trabajadores sociales, psicólogos, educadores sociales...

Para que este conjunto de iniciativas referidas sean más efectivas se contemplan medidas tomadas por los jueces como potenciar la derivación de los casos antes de llegar al juicio. Sin embargo, ”no todo es mediable” y solo ciertos acuerdos pueden alcanzar validez jurídica, aunque siempre será recomendable descongestionar los juzgados en la medida de lo posible para un mayor rendimiento del sistema judicial.

Otra tarea fundamental, quizá la más difícil de conseguir, consiste en fomentar la participación voluntaria de las partes en conflicto, ya que en España aún no está extendida la cultura de la mediación a juicio de los profesionales de los distintos centros. La clave es divulgar y dar a conocer la mediación ante la sociedad, informando sobre sus numerosas ventajas y los beneficios que aporta a los implicados. Además, se trata de una alternativa real y consistente que soluciona los conflictos en menor tiempo y cuyo índice de sostenibilidad de los acuerdos alcanzados es del 98%, según datos estadísticos contrastados.

Es tal vez el mayor déficit que rodea a la mediación: su desconocimiento, su falta de credibilidad, de experiencia. Todo el mundo ha oído hablar de la mediación, pero pocos saben a ciencia cierta de que se trata. Todo el mundo esboza una sonrisa cuando alguien les dice que la mediación es un método alternativo de resolución de conflictos mediante acuerdos alcanzados entre las partes, que tienen menor demora temporal que un acuerdo judicial, así como menos costes. Pero pocos a día de hoy apuestan por la mediación.

Así, toda iniciativa a potenciar el conocimiento de nuestra ciencia, de nuestra profesión, es vital para poder tener éxito en todas estas iniciativas recientes que persiguen lo que todo mediador desea: el crecimiento y sostenimiento en nuestra sociedad de una realidad común, la de poder hablar de mediación como una herramienta mas a disposición del ciudadano cara a resolver sus conflictos familiares, civiles, mercantiles…¿y quién mas sabe qué?